Sevilla acoge estos meses varias cumbres europeas previstas dentro de la presidencia española de la UE. De forma paralela a los actos oficiales, se les dará a conocer la ciudad con diversas visitas tanto en la capital como en su entorno de influencia, buscando asi la promoción exterior de la ciudad y, quizas, la colaboración en el desarrollo de algun nuevo proyecto.
Sin embargo hay algo que será tabú, algo que tendremos que tapar para ocultar nuestras verguenzas. Esta situado en la Isla de Cartuja, el pabellón de la UE, que representó a todos los ciudadanos europeos en la Exposición Universal de 1992. 18 años después, sigue abandonado a su suerte a pesar de las promesas de recuperación por parte de Cartuja´93, de la Junta y del Ayuntamiento. Saqueado, inundado y grafiteado, este singular edificio, que aun conserva parte de los contenidos originales, se deteriora dia a dia por dentro y por fuera.
Y frente a él la escultura que representa el espíritu de la unión, «Europa en el Corazón» (en el de Sevilla no desde luego), obra de la artista francesa Ludmilla Tcherina, cuyo deterioro es realmente preocupante a pesar del valor de la obra cuya copia se exhibe frente al Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Con los máximos dirigentes Europeos en Sevilla, hubiera sido bonito que hacer una foto de familia en este lugar tan representativo y que en muchos otros sitios podian envidiar, pero a día de hoy sigue siendo una quimera verlo rehabilitado, ante pa pasividad y promesas incumplidad de las Autoridades locales y aotonómicas, que se muestran incapaces de sacar partido tanto al pabellón como a su entorno.
Desde sevillasemueve instamos a sacar adelante esta rehabilitación, pasando de palabras a hechos, de promesas a adjudicaciones de obras, de verguenza a orgullo.