Esta ciudad siempre se ha caracterizado por su generalizada apatía ante cualquier aspecto que afectase a los ciudadanos. Además, ha sido habitual que frente a cualquier avance o progreso, unas pocas voces pseudoautorizadas hayan decidido a puerta cerrada su devenir. Tras décadas de silencios por parte de los ciudadanos y gritos de unos pocos con posibilidades para hacerse oír y sobre todo, poder para decidir, nació una asociación como sevillasemueve a la que le preocupa y ocupa el progreso de Sevilla y un futuro esperanzador para todos sus habitantes aportando puntos de vista distintos y válidos para construir un futuro común. Siempre desde el amor a la ciudad pero también desde la objetividad.
En esta tesitura nos desayunamos con la posibilidad de que la mayor inversión privada de la ciudad se puede ir al traste tan solo porque unas pocas personas con influencia han decidido que Sevilla no merece progresar. Es indudable que después de varios años trabajando por nuestra ciudad, nos invada una sensación de impotencia ante la posibilidad de que el proyecto que con tanto amor ha realizado César Pelli para nosotros, pueda verse paralizado o peor, desvirtuado. Estamos ante un proyecto de gran valor que conjuga la horizontalidad de los edificios podio con la verticalidad de la torre en una armoniosa belleza que bajo ningún concepto debe ser decapitada.
Cuando el comité de la UNESCO, allá por julio de 2010 en su reunión anual de Brasilia, dijo respecto de la Torre Cajasol que NO había afección a nuestros tres monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad, entendimos que toda esta vorágine de declaraciones llegaba a su fin. No cabe duda de que estábamos muy equivocados. Dos años después vemos con tristeza que se insiste en despreciar a esta ciudad milenaria y a negarle lo que nunca se ha producido en el mundo con ninguna otra: su avance. Tanto Internet como las redes sociales están dando buena cuenta de que tanto aquí, con una mayoría de ciudadanos favorables al proyecto, como fuera de aquí, con miles de personas dispuestas a volver a una nueva Sevilla que sabe conjugar su historia y patrimonio con una nueva arquitectura contemporánea, no puede haber tanta gente equivocada.
Mirando hacia atrás, es inevitable ver como mentira sobre mentira desde diferentes plataformas se han ido creando falsas razones para que no se construya este bello proyecto. Por otra parte Icomos España se ha caracterizado por la elaboración de informes sesgados y llenos de subjetividad. Y claro, a partir de aquí, es la indignación la que inevitablemente aparece. Cuando se presupone seriedad en un organismo de la talla de la Unesco que ya expresó su posición hace dos años, cuando se espera de nuestros responsables públicos encabezados por el Alcalde un mínimo de coherencia para con la ciudad y el pensamiento mayoritario de sus ciudadanos con un apoyo y defensa explícitos de esta actuación, y cuando por el bien de Sevilla todos esperamos un alto grado de seguridad jurídica y urbanística, todo parece venirse abajo.
Sevilla siempre vencerá, no cabe duda. Pero una vez que despertaba de su letargo de siglos, una vez que comenzaba a hacerse un nombre no solo por su milenario patrimonio, que también, sino por su nueva imagen contemporánea, vemos que la ficha con la que jugábamos vuelve a la casilla de salida. Mañana será otro día en el que esperamos que todo vuelva a encauzarse hacia la mejor situación para Sevilla que sin duda es la culminación de la Torre Cajasol, pero hoy solo podemos y debemos darle a la ciudad nuestro más sincero pésame por todo lo que está soportando.