SEm con la Fundación Naturalia XXI. Crónica de una resurrección
Hablamos del Jardín Americano, aquella zona verde que durante la Expo´92 causo las delicias de millones de visitantes pero que inexplicablemente cayó en el olvido por parte de nuestras queridas administraciones hasta el punto de ser un desconocido para las nuevas generaciones de sevillanos, un lugar habitado por la maleza y la dejadez. Ahora, tras diecisiete años, se han propuesto recuperar este espacio único.
Tras meses de obras, que han tenido que superar múltiples obstáculos, este lugar único está resucitando, la vida que tuvo está poco a poco volviendo a ella, su apertura es inminente, además nace con vocación de futuro y de servicio. El proyecto que lidera la Fundación Naturalia XXI acondicionará toda la margen del río en la Cartuja y dotará a la ciudad de un espectacular paseo de ribera, zonas verdes de excepcional calidad, carril bici y un edificio recuperado para la ciudad, el Pabellón de la Naturaleza que será la sede de la Fundación y se dotará de sistemas de climatización eficientes energerticamente, cafetería, aulas y salas multiusos.
Durante la agradable visita que sevillasemueve realizó en octubre pudimos comprobar in situ todo lo dicho anteriormente, además a los elementos existentes en el jardín (umbráculo, esclusa, pérgolas, …) se han añadido otros nuevos, como la pasarela flotante, que da una nueva perspectiva de Sevilla desde el rio hasta ahora desconocida. También se ha recuperado la ciaboga, donde pudimos comprobar que fluye la vida en sus aguas, y las antiguas cascadas del canal vuelven a funcionar dando frescor y profundidad visual al paisaje.
Tras un par de horas paseando y atendiendo a las explicaciones de los miembros de la Fundación salimos muy satisfechos e ilusionados, no solo será una zona de esparcimiento sino que se pretende añadir un aula de educación ambiental, formar grupos de trabajo para investigar con las plantas y enseñar a grupos de escolares el respeto por la naturaleza con ideas tan buenas como «un colegio un árbol» o entablar relaciones con países sudamericanos para que lo que ahora es un germen de jardin botánico americano poco a poco acabe siendo el gran jardín botánico americano de la ciudad.
Definitivamente, SI ha vuelto a la vida. A esta joya botánica le queda aún mucho por recorrer y lo maravilloso es que la meta aún queda lejos.