Guillermo Pérez Villalta en el CAAC

Ya solo la visita merece la pena por admirar el Monasterio de Santa María de las Cuevas y sus jardines, centro neurálgico de la Isla de la Cartuja en la Sevilla del 92, pero si a ello se añade poder contemplar parte de la extensa obra de Guillermo Pérez Villalta, la jornada se puede calificar como bastante fructífera.

Si he de ser sincero, de Guillermo Pérez Villalta conocía poco, con lo cual, no partía de ningún prejuicio ante lo que iba a ver, y francamente, me dejó sorprendido todo lo que cada uno de sus cuadros puede contener. No hay esquina que no tenga significado, no hay centímetro cuadrado que no envuelva una historia dentro de sus obras. Cierto es que sin la magnífica labor del guía que nos acompañó y enseñó la obra del artista, me hubiese ido, quizás, con otro sabor de boca, por no saber interpretar todo lo que se encierra dentro de cada una de ellas. No sólo podremos ver pintura, Pérez Villalta, arquitecto de formación, aunque no ejerció, si utilizó sus conocimientos para desarrollar, además de lo ya reseñado, esculturas, muebles y hasta joyería.

Comenzamos la visita en la puerta de la iglesia del Monasterio, lugar de cita, y donde el guía, al que antes hacía referencia, nos situó en el lugar donde nos encontrábamos, haciendo un repaso histórico por la multitud de usos que ha tenido el  Monasterio, desde la aparición en 1.248, en una cueva arcillosa, de la talla de la virgen que le da nombre, hasta el cierre de la fábrica de cerámicas de La Cartuja hace poco mas de 30 años. De ahí a nuestros días; reconversión en Pabellón Real durante la Expo 92, y actual sede del CAAC, del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico así como sede y de la Universidad Internacional de Andalucía.

Volviendo a Pérez Villalta y una vez en el interior de la Iglesia, empezamos a ver su obra; más de cuarenta años de “producción”, guardados en una colección privada del artista, que dona al CAAC, para su difusión, y que irá igualmente, visitando distintos puntos de Andalucía. Sin duda el cuadro autorretrato expuesto en uno de las naves laterales de la Iglesia, donde durante más de veinte minutos de entretenida explicación del guía, se plasma quien es Perez Villalta, el sentido de sus obras y el “significado del más insignificante” de los objetos, persona o paisaje de cualquiera de sus creaciones, y es que nada es arbitrario en el artista.

Así, vamos recorriendo los espacios monumentales de La Cartuja, Claustro de estilo mudéjar y Sala Capitular que acoge los magníficos sepulcros de la familia Ribera. Es este marco en el elegido para exponer toda la colección, compuesta por pinturas, dibujos, esculturas, mobiliario, joyería, cerámica, azulejería, y hasta atrezo y escenografías de teatro. Igualmente hay curiosos archivos, documentos y objetos personales, que nos hacen conocer, algunos aspectos desconocidos de la vida personal del artista. Rodeando la iglesia, y pasando justo delante de las chimeneas de los antiguos hornos, que  conforman el perfil más reconocible de la Isla de La Cartuja, vamos viendo las últimas muestras de Souvenirs de la vida.

Tras más de dos horas de intensa visita, magníficamente explicada e ilustrada, aprovechamos para visitar las huertas del Monasterio, una de las partes más desconocidas de La Isla de La Cartuja, y lugar con un cierto misticismo, donde pasear rodeado de naranjales hace trasladarte a otra época.

En resumen, exposición muy recomendable y marco excepcional. Aunque Souvenirs de la vida acaba, a buen seguro que habrá otras muchas oportunidades de disfrutar del legado de Pérez Villalta. Agradecer al CAAC su disponibilidad para sevillasemueve, su atención y sobre todo su buen hacer en La Cartuja, lugar que no debe quedar en el olvido,  potenciando un espacio museístico tan importante como desconocido en esta ciudad.