Ahora que vemos en el horizonte el primer aniversario de nuestra primera línea de metro, ahora que cada vez tiene más aceptación entre los ciudadanos, ahora que el funcionamiento mejora progresivamente, cada vez son más ciudadanos los que se preguntan “cuándo pasara por mi barrio”. Ningún responsable político tiene respuesta.
Ha llovido mucho desde aquel Octubre de 2007 cuando se adjudicó la redacción de los proyectos constructivos de las líneas 2, 3 y 4. En dicha adjudicación se daba un plazo de 24 meses para estudiar las diferentes alternativas de trazado y tipología. Incluso se habló de crear un debate público sobre esas diferentes opciones antes de decidirse por un proyecto definitivo.
La realidad es que ya han pasado 27 meses con más pena que gloria y lo único que hemos tenido son palabras vacías de voluntad y compromiso. Primero se hablo de comenzar las 3 líneas a la vez, luego hacerlo por tramos partiendo de la L1 (modelo espina de pescado), o bien por tramos priorizando la conexión de los grandes puntos de trasbordo. La tipología también ha estado en la palestra, acudiendo a cantos de sirenas para intentar colar como tranvías una red que por necesidad poblacional del Área de Sevilla debe ser 100% subterránea indiscutiblemente.
No son pocas veces las que hemos escuchado por parte de la Consejería de Obras Publicas, de boca de las dos Consejeras que desde entonces han ocupado el cargo, que se esta estudiando la mejor opción en cada caso. Sin embargo, el único resultado visible es que en verano de 2009, con el plazo de redacción a la vista, se comienzan catas para localización de servicios en la Ronda Histórica para el proyecto de la Línea 3, y en Enero de 2010, 4 meses después de la finalización de plazos, las catas arqueológicas para la misma línea. Del resto de ellas ni siquiera se sabe nada.
En el ámbito local las cosas no cambian mucho. Es cierto que en varias ocasiones el Ayuntamiento se ha pronunciado a favor de un trazado 100% subterráneo, pero sus presiones no han pasado de ese punto. Y en la oposición la iniciativa no pinta mucho mejor, ya que sus comparecencias acerca de la Red de Metro han sido escasas en todo este tiempo. Mientras tanto son cada vez más colectivos ciudadanos y Ayuntamientos metropolitanos los que reclaman el Metro subterráneo también para ellos, en aras de conseguir a medio plazo un futuro esperanzador para el transporte publico, la movilidad y, en general, la calidad de vida.
Desgraciadamente cualquier petición cae en saco roto y la única realidad es que los proyectos deberían haber visto la luz hace 5 meses y nos tenemos que resignar a lindezas tales como la que pronunciaba días atrás la actual Consejera de Obras Publicas y Transportes, doña Rosa Aguilar, quien afirma que los proyectos deben salir a exposición pública a lo largo de 2010 para que las obras comiencen antes de final de año o a principios de 2011, oh dulce casualidad, año de Elecciones Municipales, en las que se prevé que el actual equipo de gobierno pase apuros. Quien no sea capaz de hacer una Red de Metro 100% subterránea que se aparte del camino.
Mientras tanto, hay tiempo para que los propios sevillanos nos informemos acerca de lo que pasa en nuestra ciudad y nos movilicemos para algo que no sea ni Semana Santa, ni Feria, ni el Sevilla ni el Betis. Sevilla es una gran ciudad que necesita mucho más que eso, Sevilla debe despertarse, Sevilla debe moverse.