En estos días la ciudad puede contemplar el resultado de meses, o años, de trabajo de un pequeño grupo de personas que bajo el paraguas de la Asociación Legado Expo Sevilla se han unido en favor de un objetivo común: conmemorar el 25 aniversario de la Expo’92 como Sevilla se merece. O, al menos, intentarlo.
Tras largos días -y noches- de trabajo, el resultado es absolutamente gratificante: una magnífica exposición en uno de los pabellones más emblemáticos y visitados de la Exposición Universal, el de la Navegación. Allí, además de supurar recuerdos y nostalgia, se podrán conocer desde los orígenes de la Expo,que se remontan a 1976, hasta la Cartuja hoy en día: el Parque Científico y Tecnológico Cartuja, desconocido para tantos sevillanos.
A través de numerosas maquetas, planos, proyecciones audiovisuales o multitud de objetos la exposición nos ayuda a entender que supuso un antes y un después, extendiendo sus tentáculos en forma de nuevas e importantes infraestructuras, imprescindibles en la Sevilla y Andalucía de la época. A pesar de los ecos del centralismo, que aún hoy resuenan, las inversiones se extendieron a lo largo y ancho del resto de Andalucía, como las notables intervenciones en monumentos y patrimonio o en los aeropuertos de Málaga o Jerez, que han sido cruciales para el desarrollo de toda la autonomía.
Aunque esta exposición será la actividad más notable y visible del 25 aniversario, otras numerosas actividades serán programadas hasta el 12 de octubre, y que podrán consultarse en 25expo92.org
La Isla de la Cartuja en su 25 aniversario
Actualmente la Isla de la Cartuja está ocupada en su mayor parte por el PCT Cartuja, lo que supone ser la Exposición Universal más reutilizada de la Historia. Que mucho se ha perdido es evidente, pero que a pesar de ello se conserva más de lo inicialmente previsto es un hecho que urge asumir. En el 25 aniversario, la Cartuja aún conserva muchos de los pabellones concebidos como efímeros, por lo que pasan cada día unas 30.000 personas entre estudiantes y trabajadores. En términos económicos, supone una facturación anual de 2.000 millones de euros al año, que lo sitúan como el segundo parque tecnológico de España.
Aún queda mucho por hacer, sobre todo por parte de las Administraciones Públicas, cuya reacción es lenta y sobre la campana. A pesar de haberse subido al tren del 25 aniversario, continúan demasiado atascadas en trabas burocráticas que se imponen unas a otras en una suerte de complicidad letal para la imagen que, pese a la innovación y la tecnología, se proyecta del recinto con la adecuada amplificación de la prensa, tan sesgada en tantas ocasiones.
Todo esto, y más, puede aprenderse hasta octubre en “La Expo del XXV”, que desde sevillasemueve animamos a visitar con la mente abierta y libre de prejuicios. Y sobre todo, sin olvidar en ningún momento que todo es gracias a la sociedad civil, a los compañeros de la Asociación Legado Expo Sevilla, que con su esfuerzo e ilusión han conseguido lidiar con Administraciones Públicas, poniéndolas de acuerdo en mayor o menor grado, además de conseguir el apoyo y complicidad de multitud de empresas y organismos nacionales e internacionales. Y todo con un objetivo común: que los sevillanos nos volvamos a sentir orgullosos de lo que la Expo fue y lo que la Isla de la Cartuja es hoy en día. Desde sevillasemueve no podemos más que agradecer haberla hecho posible.
En Sevilla muchos deberíamos aprender de esta unión, tan necesaria para mirar a un futuro más próspero para todos.