El 28 de enero de 2010 se ha hecho público el informe de la Comisión para el estudio del impacto de la Torre Cajasol sobre los edificios Patrimonio mundial en Sevilla y como cabía esperar queda perfectamente claro el resultado de los estudios: NO hay afección visual sobre nuestro «triángulo de oro», Catedral, Archivo de Indias y Alcázar, declarados bienes patrimoniales de la humanidad por la Unesco en 1987.
Siendo éste el trabajo encargado al grupo de expertos, la Comisión da un paso más y toma en cuenta otra serie de consideraciones. Quizá la más importante de ellas es confirmar la absoluta legalidad del proyecto y su adecuación tanto al planeamiento urbanístico vigente en la ciudad como al Plan Especial ARI-DT-10 «Puerto de Triana». Podemos afirmar pues que no existen trabas legales que deban entorpecer el proceso constructivo como algunos grupos de presión han querido dar a entender.
Pero llegamos ahora a la conclusión más sorpresiva cuando el informe dice que la torre supone una marca excesiva, indudablemente negativa, sobre el territorio. Y es aquí donde la Asociación sevillasemueve no puede compartir en absoluto esta reflexión. Que la torre por su singularidad supone un impacto en el territorio no nos cabe la menor duda. En el devenir de la ciudad tenemos muchos ejemplos de edificios e infraestructuras singulares que han ido trazando el paisaje de la ciudad que hoy conocemos y que una vez asimilados se han convertido en nuevos referentes de ese paisaje. Pero que ese impacto es negativo es una conclusión subjetiva que no podemos compartir.
Por eso apoyamos, como la mayoría de habitantes de la ciudad, este nuevo edificio que supondrá una marca, indudablemente positiva sobre el territorio y que viene a sumar un nuevo referente a nuestro paisaje cambiante en una ciudad que afortunadamente, ha sabido evolucionar a lo largo de la historia.