La red de carriles bici de Sevilla continua imparable con las obras de los nuevos itinerarios, apoyados en el absoluto éxito y buena acogida que han tenido los kilómetros ya construido, con un intachable aumento de usuarios. Sin embargo, no se pueden hacer estar obras de cualquier modo, siempre hay que tener en cuenta la premisa de respetar a la ciudad, al ciudadano y a su Patrimonio.
La empresa encargada de la construcción del carril bici en la Cartuja, con el beneplácito de de nuestro Ayuntamiento, ha derruido más de un metro del mural «Verbo América» que presidía la entrada a la Cartuja desde el Puente de la Barqueta.
«Verbo América», diseñada por el artista chileno y premio Príncipe de Asturias de las artes Roberto Matta en colaboración con Yoko Akebane, y se encontraba en un estado lamentable debido al desinterés y la desidia de nuestro Ayuntamiento y de buena parte de la sociedad sevillana 18 años después de la clausura de la EXPO92. Pero lejos de preocuparse de recuperar una pieza del patrimonio artístico de la ciudad, se permite a una constructora derribar parte de él, como si del muro del Berlín en 1989 se tratara, tirando por tierra los esfuerzo de su autor y el éxito que en su día tuvo la obra.
Se trata de cerámica pintada con spray, consta de dos grandes murales independientes físicamente pero que guardan una relación común. En ellos, el artista plasmó toda una serie de personajes mitológicos y fantásticos entre los que incluyó a la mascota de la Expo, Curro. Una obra que cualquier museo de arte contemporáneo desearía tener en su colección. La obra cerámica de Roberto Matta pudo salvarse, ahora es imposible.
Roberto Matta fue partícipe y renovador del surrealismo y personaje decisivo en el grupo de artistas del expresionismo abstracto de los años 40. Desde su muerte en Italia en el año 2002 su obra se ha revalorizado extraordinariamente. Toda, menos la que legó a Sevilla que desaparece sin que a casi nadie le importe.