Hemos asistido los sevillanos en primera persona a la revolución bicicletera llevada a cabo en Sevilla, y es que desde la implantación del servicio de alquiler de bicis públicas y la construcción de una red de carriles bici que se expande por casi toda la ciudad muchos sevillanos hemos cambiado a mejor ciertos hábitos de movilidad.
A pesar del gran éxito que están teniendo ambas infraestructuras y su apoyo por parte del Ayuntamiento, hemos de decir que también existen deficiencias en su ejecución. Por un lado tenemos la construcción de la red de carriles bici, una gran idea, ejecutada de forma mediocre, ya que existen algunos puntos negros, donde esa falta de planificación o diseño ha dejado el carril cojo, siendo muy mejorables algunos aspectos, tales como su superficie, muy peligrosa cuando esta mojada por lo resbaladizo del material utilizado o los cruces al mismo nivel con el peatón, que sin darse cuenta una veces, y otras voluntariamente invaden el carril bici con el consiguiente peligro tanto para ciclistas como para peatones.
Y es que en algunos tramos del carril bici, como el que llega a la Universidad Pablo Olavide, se han “olvidado” de poner algo de acera para esos peatones que circulan a veces por esa zona no les queda otra que invadirlo si no quieren ir por el campo, o la reducción que ha sufrido la acera en diferentes zonas, donde quizás lo correcto hubiera sido quitar ese espacio al coche.
Por otro lado tenemos a Sevici, un servicio similar al prestado en París, Lyon o Barcelona, con gran éxito en todas las ciudades, sin embargo, en Sevilla estamos en un punto de no retorno, ya que el sistema está a punto de hacer crack debido a la gran demanda de usuarios por las bicis, y ante esta situación desde sevillasemueve apoyamos la ampliación del servicio para que no lleguemos a la situación de tener que cortar abonados porque el sistema no es capaz de asimilar mas socios.
Esta vez, se peco de falta de previsión, ya que prácticamente ni los más optimistas con este asunto pensaban que podría llegarse a este nivel de popularidad del servicio, siendo el objetivo real para algunos la introducción de la bici en Sevilla pero con la idea futura de que la gente usara su propia bici y el sistema quedara como complemento a los autobuses o la Línea 1 de Metro.
Por desgracia, hoy día no ha sido así, ya que ante la falta de seguridad y el consecuente temor al robo de la bici propia muchos sevillanos optaron a lo contrario, dejar la bici en casa y usar Sevici, que está teniendo más importancia porque aun seguimos esperando la expansión del metro y la mejora del autobús.