Este año, como desgraciadamente viene siendo habitual, a Sevilla no le esperan grandes novedades de calado. A pesar del déficit en muchas infraestructuras, de los interminables retrasos en la ejecución de estas y de la falta de inversión durante años, antes excusados en la Expo’92 -repitiendo ese falso mantra de que entonces ya se gastó mucho, cuando no se hizo otra cosa que invertir lo necesario durante décadas- y ahora en la crisis, nunca parece ser el momento de Sevilla. Esta, lejos de reclamar lo que es suyo, continúa permaneciendo callada, cual lacayo, sin molestar a nadie, sin exigir nada, al tiempo que otras ciudades, por alguna razón o por otra, reciben inversiones e impulso sin mayor problema.
Pero este año es año electoral, en breve comenzará esa maratón de promesas, casi siempre incumplidas, que se repiten cada cuatro años con el único objetivo de llenar urnas. Y a pesar de todo, los sevillanos nos conformamos con ser invitados de piedra.
Y como el conformismo no es una de nuestras virtudes, desde ‘sevillasemueve’ queremos aprovechar este nuevo año para escribir nuestra particular carta a los «Reyes Magos». Esos que llegarán en mayo al Ayuntamiento, posteriormente a La Moncloa al final de esta legislatura y quien sabe cuando a San Telmo. A quien quiera que sea el que llegue, Sevilla tiene mucho no ya que pedir, si no que exigir. Exigir esas promesas de toda una década de las que ninguna administración se libra: SE-40, dragado del Guadalquivir, restauración de los grandes museos, red completa de Metro, SE-35, Ciudad de la Justicia… Pero para evitar que esta carta se limite a ser una lista de vergüenzas, trataremos de ser «originales».
Los Reyes Magos en Sevilla
A la Corporación Municipal le pedimos una apuesta firme y duradera por la cultura, que ésta no sea vista como un gasto, sino como inversión de futuro y generación de empleo de calidad, al tiempo que no sea confundido con actividades meramente comerciales. Además, la movilidad requiere una política que no pretenda basarla en la supremacía del vehículo privado, sino que éste sea un complemento al bus, tranvía, metro, cercanías y bici.
En cuanto a la administración andaluza, solicitamos que ejerza su papel de coordinación en materia de movilidad. Que además de ejecutar la red completa de Metro, potencie la intermodalidad y la integración tarifaria con la creación de un abono de transporte con «tarifa plana» para todos ellos, incluyendo Cercanías Renfe. Por otra parte, Sevilla debe tener su sitio en el mapa turístico de la comunidad. Si de algo tiene que presumir Andalucía, con permiso del turismo masivo de sol y playa, es de su historia, su cultura y patrimonio; sin embargo vemos como Sevilla es ninguneada diariamente en cada uno de esos aspectos.
Al Gobierno Central le pedimos dar a Sevilla el sitio que le corresponde en las relaciones de España con América y el mundo. Nuestro país debe apostar por capitanear la conmemoración de la I Vuelta al Mundo, que tuvo a Sevilla como puerto de inicio y fin, y que debe ser el centro de tan magna gesta de la que en la próxima legislatura se cumplirán 500 años. Y no olvidar necesidades acuciantes de las que ya nos hicimos eco como la urgente solución de la Ronda Urbana Norte para mitigar los efectos del tráfico y ruido en los vecinos con la ejecución del Paso Territorial Norte (cierre de la SE-30) o imprescindibles conexiones como la unión de la línea C2 de Cercanías con la estación Blas Infante de metro.
Y a todos en general le pedimos responsabilidad para con los ciudadanos, a quienes se deben. Responsabilidad significa abandonar intereses partidistas y perseguir soluciones reales a problemas y necesidades para el presente y el futuro de Sevilla. Significa remar en el mismo barco para crear un patronato para el Museo de Bellas Artes. Significa ejecutar el dragado del Guadalquivir al tiempo que se pone cota a la sobrexplotación de acuíferos en Doñana. Significa cumplir su papel.