Descargue el documento explicativo comparando los diferentes montajes realizados sobre la torre Cajasol y la explicación de los errores detectados. Enlace
En los últimos años, la barroca ciudad de Sevilla ha asistido a una controvertida dialéctica. El epicentro se sitúa en Puerta Triana, el extremo sur de la Isla de la Cartuja, que en próximas fechas cumplirá veinte años desde la apertura a la ciudad que supuso la Exposición Universal de 1992. El objeto de la discordia, un esbelto rascacielos de 178m de altura que algunos se afanan en oponer a la Giralda, el magno hito de la Sevilla clásica.
Otros, a los que no nos gusta oponer y sustituir cosas, sino sumarlas, hemos tratado de dar a conocer el proyecto, sus características, sus bondades, a sabiendas de que en Sevilla esto de estar a favor de algo no es una postura demasiado habitual. ¿Habrá despertado la ciudad? No estamos seguros de ello, pero desde luego decidimos no quedarnos mirando ante los engaños y manipulaciones que desde 2009 se estaban vertiendo sobre la opinión pública.
Como una imagen vale más que mil palabras, no nos limitamos a hablar y escribir, sino también a corregir los errores garrafales sobre la Torre Cajasol que algunas voces autorizadas plasmaban en algunos fotomontajes y recreaciones. Los errores, intencionados o no, mostraban un proyecto totalmente desproporcionado e irreal en volumen y en altura, realizados, insistimos, por grandes y reconocidos profesionales en su campo.
A juzgar por el subsiguiente contraataque, las correcciones realizadas desde sevillasemueve parecieron no sentar bien. Nuevamente, la artillería trató de cargar, sin éxito, contra los cimientos de la Torre y contra una sociedad que empezaba a conocer las interesadas manipulaciones que llevaban años exponiéndose, un escenario que dejaba a las cabezas visibles del movimiento “anti” en no muy bien lugar.
Como el tiempo pone a todos en su sitio, hoy queremos mostrar, nuevamente de forma gráfica, las realidades del proyecto. La avanzada fase de construcción permite verificar lo que unos y otros han escrito y dibujado. Ahora es cuando podemos ver negro sobre blanco quién mentía y quién no. Ahora es cuando corresponde rectificar y disculparse ante la sociedad por el engaño que se estaba llevando a cabo.
Que cada palo aguante su vela. Ellos sabrán quienes son.