Hoy se cumplen diez años de la puesta en servicio de la Línea 1 del Metro de Sevilla. Diez años de la inauguración de la que, desde la Expo’92, probablemente ha sido la inversión de mayor trascendencia para la ciudad, que parece empeñada en moverse sólo a base de fuertes embestidas. Diez años en los que en la práctica totalidad de ellos se han superado todas las expectativas de viajeros. Todo ello a pesar de la vergonzante inexistencia de abonos de transporte y de un billete único metropolitano, que encarecen el uso del sistema de transportes públicos.
Frente a estos hechos objetivos se encuentra una terrible inacción política, que no tenemos claro si es causa o consecuencia del habitual adormecimiento y derrotismo ciudadano, pero que en cualquier caso ha demostrado ser un lastre para el continuo avance de la cuarta ciudad de España. Del mismo modo, la inestabilidad que marca la actual situación política, manteniendo al país en un continuo proceso electoral, torpedea cualquier iniciativa de cualquiera de la cámaras parlamentarias. Desde sevillasemueve, que acostumbramos a aportar una visión positiva y constructiva de la ciudad, no queremos ahondar en estos aspectos, pero es imposible pasarlos por alto.
No obstante, nuestro foco está puesto en las oportunidades que estén por venir. En los últimos meses, Ayuntamiento de Sevilla, Gobierno de España y Junta de Andalucía (recordemos que esta última es la que ejerce la competencia para este tipo de infraestructuras) al fin han sido capaces de llegar a un principio de acuerdo -incluso con un cambio de color político de por medio- para estudiar la financiación de los nuevos trabajos en el Metro de Sevilla, comenzando por uno de los tramos de la Línea 3. Pero como todos sabemos, incluyendo los protagonistas de ese acuerdo, esto es papel mojado hasta que no haya un presupuesto aprobado que permita poner las máquinas en la calle.
Por lo tanto, estimados responsables políticos, los que están, los nuevos, y los que puedan estar por llegar: ejerzan su responsabilidad. Sevilla no puede permitirse seguir parada para única satisfacción de las estrategias partidistas de unos pocos. El casi millón y medio de sevillanos que potencialmente se verían beneficiados por un transporte público metropolitano suficiente y eficiente no puede seguir sufriendo horas de atasco o los fuertes índices de contaminación que supone el uso masivo del coche, que desgraciadamente constituye la única alternativa viable para demasiados miles de ciudadanos, especialmente para los del área metropolitana, que constituyen el principal problema de tráfico de la ciudad. Ya llevamos diez años jugando con todo esto. Este recreo debe terminar. Hay que volver al trabajo.
Desde sevillasemueve, exigimos, no sólo la solución de estos problemas, sino también limpieza, decencia, transparencia y responsabilidad. No nos cabe duda de que cualquier responsable político que se considere en posesión de estos valores actuará con la diligencia que se merece para comenzar a reformar inmediatamente esta deficiencia que sufren cada día los ciudadanos para estudiar, trabajar o disfrutar de sus momentos de ocio.